De un salto, del agua a la tierra, del mercado flotante al mercado en la orilla. Los productos han sido desembarcados y las mujeres preparan la mercancía. El pescado es limpiado; las carnes son despellejadas, abiertas y lavadas, puestas con todo esmero sobre las bandejas; es todo un ritual.
Explosión de color sereno y sonrisas en el rostro de cada pescadera, de cada carnicera, de cada frutera…. El trabajo fluye cada dia en un espacio donde, estas personas, pasan gran parte de sus vidas.